La mente tiene la capacidad de elevarte hasta lo más alto del cielo, soñar, imaginar, dejarte llevar por las emociones, por ese conjunto de sensaciones que son tan inexplicables, tan inciertas, tan ilógicas a veces; Pero sin darnos cuenta somos fieles dependientes de ellas son las que nos dan ese motivo o estímulo de sonreír, de llorar, de abrazar, de besar y de saber quién nos habla de corazón. Te enseñan a enamoramos de la esencia, a reconocer cuando lo que sentimos va más allá de todo lo plástico o banal.

Todo ese conjunto de sensaciones inexplicables te permiten dejar de ser realista, analítico para que conozcas cómo se siente vivir sin prejuicios.

Quisiera poder ver más allá de lo que supongo, quisiera no creer que te conozco por simples comportamientos repetitivos, pero si puedo agradecerte porque has logrado que mis emociones actúen por mí, así muchas veces no las entienda a estas alturas es mejor ya no preguntar ni pensar en las respuestas.